Habitualmente
tratamos con objetos. Desde lo más remoto de los tiempos hemos construido herramientas y objetos de uso cotidiano. ¿Cómo nos relacionamos con ellos? Lo normal es una relación funcional. Utilizo
el objeto, una taza, para lo que está diseñado. ¿Qué ocurre si alteramos esa funcionalidad?
La taza ya no es una taza. O es una taza y al mismo tiempo es otra cosa. Una
botella de agua puede servir para iluminar una habitación.
Cada
objeto tiene una interacción con las personas. Interacción que en cierto
sentido es un intercambio. Un maletín ofrece
un dispositivo para cogerlo. Un asa. Lo cojo y lo trasporte. También tiene una
dinámica. Se abre, se cierra. Unos dispositivos, o mecanismos, me permiten
actuar sobre el maletín y el maletín se abre.
Qué
ocurre si cambiamos la interacción con los objetos. Si inventamos una forma
diferente de interactuar. La interacción tiene también sus significados, y se
puede convertir en un lenguaje. ¿Podemos utilizar la interacción con los
objetos para representar miedo, atracción, misterio?
La
electrónica proporciona esa capacidad de cambiar las interacciones con los
objetos o de definir otras nuevas. Sobre la concepción y el diseño de estos objetos interactivos versa el Taller de Electrónica Creativa que comienza el 2 de Abril en la Universidad de Cádiz.
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