Hace diez años Rosalind Williams, en ese momento
Directora del Programa de Ciencia, Tecnología y Sociedad del Instituto Tecnológico de Massachusetts comentaba
que ‘el conocimiento humanístico es ahora más importante que nunca….porque los cambios tecnológicos que estamos viviendo no funcionarán si no hay un profundo conocimiento cultural detrás’ (diario El País, 14/7/2004).
El
proyecto HUMAN (OTRI de la Universidad
de Cádiz, 2004-07) nació en torno a esta frase. O esta frase animó los primeros
pasos que ya se habían dado. Estábamos de acuerdo.
En
realidad además de que funcionen los cambios tecnológicos las Humanidades nos
pueden ayudar a comprender las posibilidades y las limitaciones de los
desarrollos tecnológicos, su mejor uso.
¿Qué
supone la realidad virtual? ¿Cuál es la dinámica de las redes sociales? Las
redes sociales han puesto en el primer plano, en juego, incluso visualizados,
conceptos como amistad, contactos, intimidad, transparencia, propiedad intelectual,
derecho a la propia imagen… En algunos casos son instrumentos de presión
personal o social. Es decir los desarrollos tecnológicos tienen muchas
dimensiones humanas. Conviene
estudiarlos justamente desde esa multiplicidad de puntos de vista.
El enfoque
de las humanidades puede ayudar también a desarrollar la propia tecnología y la
innovación, como Williams sugería. IDEO empresa líder a nivel mundial en
innovación, incorpora desde hace muchos años en sus equipos a lingüistas, psicólogos,
expertos en marketing o biólogos. Una nueva mentalidad para abordar los retos y
los problemas.
Todos estos
son valores añadidos sobre el valor, llamémosle
tradicional, del conocimiento
humanístico. Podríamos hablar de Humanidades Aplicadas. No deberíamos en
cualquier caso desdeñarlos. Al contrario.